jueves, 3 de marzo de 2011

LA PIEDAD


La Piedad es una magnífica historia cuyo protagonista nos muestra la incapacidad de superación del dolor, que a veces se apodera del ser humano, cuando la fatalidad le arranca lo más querido. Un ser humano que se impone una oculta y firme decisión de sufrir con la culpa y negarse a la misma vida. Pero que, poco a poco, nos adentra por ese itinerario de aceptación y de reencuentro consigo mismo por medio del amor.

SINOPSIS

Ángel es un artista del siglo XXI, quien en su actitud aparentemente bohemia esconde una cómoda dependencia de su mujer y su hijo. Cuando un accidente fortuito lleva al niño a la muerte, la perfecta familia se desmorona haciendo que un dolor de igual intensidad pero diferente en su pesadumbre, separe los caminos del padre y de la madre.
La historia se desarrolla desde la perspectiva de Ángel, el protagonista.
Él nos llevará, con sus propias herramientas de flagelación y penitencia, por el camino lento de la reflexión espiritual, hasta que el desprendimiento innato del sufrimiento maternal, le desembarque en la superación de su solapado egoísmo y culpabilidad.
La Piedad es, en resumen, un camino hacia la alegría a través del dolor.

BEATRIZ PÉREZ SÁNCHEZ

Después de habernos deleitado con la prosa de Mario Vargas Llosa y "La tía Julia", damos un giro a nuestra selección de lecturas. Esta vez, de la mano de nuestro compañero Manuel, nos acercamos a la obra de una escritora novel, autodidacta, aficionada a escribir desde siempre. Beatriz Pérez Sánchez nos regala un magnífico relato hecho desde el corazón.
A continuación os dejo su biografía y una pequeña reflexión de la autora sobre las razones que la han movido a escribir esta historia.


Beatriz Pérez Sánchez.
Nací en 1964 en Las Palmas de Gran Canaria. Desde muy chiquitilla viví con mi familia en la isla de Fuerteventura donde cursé mis estudios obligatorios y de Bachillerato. Fui madre muy joven, lo que hizo complicado compatibilizar los estudios universitarios con la entrega a la familia.
Tras varios intentos de ampliar estudios, decidí dedicarme por entero y como Especialista en Administración Tributaria, a la carrera laboral en torno al campo del empresariado de la isla y que hoy en día, supone aún mi medio de subsistencia.

La necesidad de escribir no surgió nunca, nació conmigo, con mi cordón umbilical y con el de mi hermana gemela. Fue un regalo para ambas que aún conservamos con relativa complicidad. No poseo conocimientos literarios ni preparación adecuada para atreverme a hacer incursiones en el mundo de la escritura seria y profesional. Esta vez, y con más miedo que vergüenza, ofrezco mi “Piedad” a todo aquel que desee conocer el resultado de esta profunda historia de amor y desprendimiento, imaginada y vivida con la ilusión fresca e inocente de quien sólo pretendió escribir, escribir y escribir.
La justificación de este atrevimiento, es un eterno cariño a mi Tío Manolo.
La dedicatoria de esta pequeña presentación vaya al recuerdo de mi padre que siempre confió en mi capacidad de adaptación a cualquier medio, incluso a éste.